No tiemblo ante el
fin
pues supe de
rodillas dobladas.
Pero más me
encandiló la dicha
de amores y de
contentos.
Y no le temo a lo seguro
pues vi tras la
niebla
al Amor Eterno.
¡Y ya he vivido!
en mi libro "De la espera a lo esperado". 2011
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