Pretéritos recuerdos, hoy gozosos
de chapas y ladrillos, rancho manso
envuelto en claroscuros bondadosos
es altar para el ser de mi descanso.
Nació entre el río y un alcor pinoso
cercano al agua y su cordial remanso,
uno las risas y lo que es dichoso
con dolores y penas que allí amanso.
Nuestra Señora de
las Esperanzas
realización de
sueños ancestrales
olimpo de mis hijos,
que con danzas
felices y aunque
puedan ser mortales
saben también que
con Ella hice alianzas
de amor, con transparencia de cristales.
Publicado en mi libro "De la espera a lo esperado". 2011
No hay comentarios.:
Publicar un comentario