El recorrido termina
inexorablemente.
Nacer para morir
no es sólo para sabios.
Es lo que nos une,
aunque sea ortiga.
Antes, el saber…
después, lo que veamos.
Será graduación,
no muchas con honores.
Será advertir al fin
que el espíritu se sacudió el polvo.
Publicado en mi libro "De la espera a lo esperado" 2011
No hay comentarios.:
Publicar un comentario