Porque
alguien dijo de mí lo que no era,
lanzando
al viento dichos que de graves
navegaron
muy lejos como naves,
me
hirieron sin razón para que muera.
No habrá
razones aunque intuya claves
para tal
desatino aunque se riera
de verme
a mí caído y que otros vieran
lo que
vieron tras el canto de mis aves.
Mis
versos que callaron letras niñas,
desde
ahora serán sutil silencio
pudiendo
a la distancia ver las viñas
que me
dejan ser logros que potencio
cuando
ha girado la suerte y me guiña,
yo le
canto a la vida y no sentencio.
Publicado en mi libro "De la espera a lo esperado" 2011
Publicado en mi libro "De la espera a lo esperado" 2011
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