El sol se toma un descanso quedando cual noche en sombras
con luces de fogatas, de fanales y farolas trasnochadas.
Caminando sobre hojuelas o sobre el césped cortado,
los pensamientos penetran la oscuridad de ese día,
que me es más fácil pensar cuando nada me deslumbra.
El sol se toma un descanso, quedó a dormir tras los mares,
en un desconcierto que deja lugar a los pensamientos.
Y es en esas reflexiones que rasgan todo el silencio
y lo oscuro de ese día, que se amontonan amores
cantando su permanencia: hijos, amigos, afectos
y la mujer de mi vida.
Se tomó descanso el sol para que vea mejor
todo el amor que me llega y me incluye en esas vidas.
Publicado en mi libro "De la espera a lo esperado". 2011
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